miércoles, 14 de septiembre de 2011

Más horas de clase no aseguran el éxito escolar


Profesores y alumnos pasan más tiempo en el aula en España que en otros países


Un grupo de alumnos sigue las explicaciones de una profesora en un colegio en la comunidad de Madrid / Chema Moya (EFE)

Algo no encaja. El informe sobre educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), presentado ayer, dibuja un sistema cuyas condiciones no parecen estar tan mal como los resultados indican. Los profesores españoles dan más horas de clase (7.364 horas frente a 6.732 de media de la OCDE) y los alumnos permanecen en las aulas más tiempo que sus iguales. Los salarios de los docentes son superiores a la media, la proporción de alumnos por profesor es óptima comparada con el resto de países y, sin embargo, cada Informe Pisa —el referente mundial en medición de aptitud educativa que se realiza cada tres años— supone un jarro de agua fría al empujar a España a la cola en resultados: puesto 26 de 34 países desarrollados en 2009.
¿Qué es lo que falla? En plena polémica por los recursos que se destinan a la educación —los profesores de varias comunidades se han rebelado contra los recortes—, el informe vuelve a introducir complejidad al debate: no se trata solamente de cuántos profesores haya ni cuántas clases den los alumnos, sino de qué se enseña, cómo y a qué edad, y qué apoyo reciben los alumnos.

Los estudiantes dan casi 200 horas más de clase al año que en Finlandia

Muchos insisten en que las mejoras que se han producido con enormes esfuerzos en los últimos años en educación (la mayoría de la población posee más estudios que los obligatorios, el 52%, mientras que en 1999 los que no terminaban esta etapa alcanzaba los dos tercios) pueden seguir adelante si no se recortan los presupuestos y se reduce el número de profesores.
Pero otros países con mejores resultados tienen un cuerpo docente que imparte menos horas lectivas. Las comunidades de Madrid, Navarra, Cataluña, Galicia y Castilla-La Mancha, sin embargo, han puesto en pie de guerra al profesorado al prolongar su jornada de clases lectivas, restándoles tiempo para el resto de tareas que, según los maestros, son las que dan el plus de calidad a un sistema: apoyos, programas de refuerzo, atención a los padres…. ¿Cuál es el objetivo pedagógico de esta prolongación de horas lectivas? Felipe José San Vicente, presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto, responde: "No hay ningún objetivo pedagógico ni nada que se le parezca. Es una cuestión económica, ahorrar la contratación de interinos, y lo demás son palabras huecas".
El informe de la OCDE demuestra que el éxito escolar no pasa necesariamente por someter al alumnado a horarios interminables (1.050 horas anuales para un estudiante español de 15 años, frente a las 856 de un chico de la misma edad en Finlandia, el país de referencia de éxito en el Informe Pisa y la OCDE). Los profesores españoles de primaria (de 6 a 12 años) dedican 880 horas al año a dar clase, 101 más que la media de la OCDE, y los de secundaria, 37 más. Y los alumnos tienen más clases obligatorias: 126 horas más en primaria y 148 más en secundaria. Además, la media de estudiantes por clase en los centros públicos, 19,8, es más baja que la de la OCDE, que asciende a 21,4. En el caso de los centros privados ocurre lo contrario: 24,5 en España frente a los 20,5 de la OCDE. Y por último, los profesores también cobran más, unos 8.300 euros más al año en primaria, y 10.500 más en secundaria.
¿Por qué no funciona? "En educación, los resultados no se obtienen a corto plazo. Toda inversión necesita su tiempo", afirma Jesús María Sánchez, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA). Además, el El secretario de Estado Educación, Mario Bedera, recuerda que España ha tenido que recuperar en los últimos 30 años una situación de retraso educativo que viene de muchas décadas atrás.

El 52% de la población tiene ya un título de bachillerato o FP
Pero eso no puede ocultar que probablemente hay otras cuestiones que ralentizan la mejora. El éxito pasa, según De Vicente y de María José Martín, presidenta de la Asociación Nacional de Movimientos de Renovación Pedagógica, por un cambio del sistema. Martín añade que los contenidos están mal concebidos. Añade que su asociación lleva décadas reuniéndose centenares de profesores y todos opinan que los contenidos curriculares no se adaptan a la edad madurativa del alumnado y muchas veces carecen de utilidad para el siglo XXI.

El Pais. 14-09-2011

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